Los talibán se están desplazando al norte y el oeste de Afganistán, donde están las tropas españolas

España respalda la idea presentada por el comandante de las fuerzas extranjeras destacadas en Afganistán, Stanley McChrystal, de "poner el énfasis, más que en derrotar a los talibán, en lograr que el Gobierno afgano tenga el apoyo de la población". "La población afgana y su protección deben ser el centro de gravedad" de la labor de las fuerzas internacionales y, para ello, hay que reconocer que las bajas civiles "nos alejan" de conseguir su aprobación

Europa Press

El embajador español en misión especial para Afganistán y Pakistán, Rafael Mendivil, advirtió este miércoles de que el movimiento talibán "se ha extendido" en Afganistán como consecuencia de la presión que ejercen sobre él las fuerzas estadounidenses y británicas desplegadas en el sur y el este del país, que ha hecho que muchos extremistas se desplacen al norte y el oeste, lo que incluye la provincia de Badghis, en cuya capital, Qala i Now, tienen las tropas españolas una base.

Este hecho fue confirmado por el escritor y periodista paquistaní Ahmed Rashid, quien aseguró que los talibán "controlan una tercera parte de Afganistán y tienen presencia en las otras dos terceras partes" gracias a que gestionan los asuntos locales allí donde las autoridades afganas no han logrado imponer la ley y el orden.

A su juicio, esta expansión de los talibán se debe a la política del ex presidente estadounidense George W. Bush en Afganistán, que fue un "completo fracaso" ya que concentró casi todos los recursos de Estados Unidos en la guerra de Irak. El periodo de 2001 a 2007 se podría "haber aprovechado para luchar contra la insurgencia en Afganistán porque entonces ésta tenía una presencia mucho menor, pero no se hizo y ahora se ha extendido", lamentó.

En una mesa redonda organizada por el Real Instituto Elcano, Rashid señaló que "la situación de la seguridad en Badghis se ha deteriorado mucho" y puso como ejemplo el hecho de que los talibán cortan a menudo las carreteras que unen Qala i Now con otras ciudades.

- Ataques en el norte y el oeste.

También los soldados alemanes destacados en Kunduz (norte) y los italianos en Herat (oeste) han tenido problemas últimamente, explicó el escritor, que indicó que en varias ocasiones han tenido que ir las tropas estadounidenses a ayudarles cuando les atacaban los talibán porque ellos no tenían capacidad suficiente para defenderse. "Esto da una mala imagen ante la población local", que no se siente protegida, afirmó.

Por su parte, el secretario general de Política de Defensa, Luis Cuesta, dijo, sin mencionar posibles enfrentamientos entre los militares españoles y los insurgentes, que las reglas de enfrentamiento de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), la misión de la OTAN en Afganistán, son "las mismas" para todos los países y, por tanto "la presencia de tropas incluye el uso de la fuerza cuando son hostigadas o atacadas".

- Labor de España.

"Para nosotros (España), el éxito de nuestra presencia" en Afganistán radica en fomentar el "desarrollo" y la relación con las "fuerzas civiles", manifestó el embajador. En este sentido, destacó que el trabajo de las tropas españolas y de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) en Qala i Now es "motivo de envidia" y un "modelo a seguir" para otros países con presencia militar en el país centroasiático.

Mendivil precisó que España ha invertido 50 millones de euros en tres años más 100 millones en cooperación multilateral e incidió en que este dinero se usa en proyectos que llevan a cabo los propios afganos, por lo que "el dinero fluye", beneficiando a la economía local. Cuesta, por su lado, aludió a los "resultados tangibles" de la presencia española en la mejora de la situación de la población de Badghis.

En su opinión, es "de una importancia vital" que el Gobierno informe sobre estos avances, que "explique a la sociedad, a la opinión pública española, por qué estamos en Afganistán", para así poder "tener su apoyo".

"Estamos allí porque el régimen talibán dio apoyo a Al Qaeda", que llevó a cabo atentados como los del 11-S, porque era "el quinto país más pobre de la tierra" debido en parte a las guerras, por la mala situación de los derechos de la mujer y porque es un país que representa "una amenaza para la comunidad internacional y para sí mismo", enumeró el secretario general de Política de Defensa.

En definitiva, "estamos allí para crear un entorno de seguridad que permita la reconstrucción y el desarrollo mientras se entrena a las fuerzas de seguridad afganas" para que sean ellas las que asuman la responsabilidad de mantener la seguridad, concluyó.

Cuesta recalcó que el objetivo de la comunidad internacional es evitar que un "movimiento radical islámico" tome el poder en Afganistán. Mendivil añadió que hay que dejar claro que España tiene soldados desplegados en Afganistán no sólo para "defender a un país libre y soberano", sino también para "defender nuestros intereses".

- Nueva estrategia.

En este contexto, Rashid consideró que la nueva estrategia que está considerando la comunidad internacional para Afganistán debe orientarse a "hacer más, no a hacer menos", porque existe el riesgo de que los talibán se extiendan a otros países, Al Qaeda sigue amenazando a países con presencia militar en Afganistán (el último, Alemania), esta red terrorista tiene cada vez más células en países europeos, los talibán podrían hacerse con el poder en Afganistán y además la situación de este país supone una amenaza a nivel regional.

Respecto a la nueva estrategia, Cuesta abogó por combinar, como ya se ha planteado a nivel internacional y como hace España, las tareas militares y políticas con las de reconstrucción, y por adoptar un "enfoque regional" que tenga en cuenta a los países vecinos de Afganistán.

Asimismo, dijo que España respalda la idea presentada por el comandante de las fuerzas extranjeras destacadas en Afganistán, Stanley McChrystal, de "poner el énfasis, más que en derrotar a los talibán, en lograr que el Gobierno afgano tenga el apoyo de la población". "La población afgana y su protección deben ser el centro de gravedad" de la labor de las fuerzas internacionales y, para ello, hay que reconocer que las bajas civiles "nos alejan" de conseguir su aprobación, recalcó.