ACTUALIDADES

martes, 13 de julio de 2010

El jefe de la misión de la OTAN asegura a Chacón que "se mantiene intacta la estrategia" en Afganistán


El general Petraeus trasladó a la ministra que los militares españoles han realizado un "buen trabajo" al frente del control aéreo del Aeropuerto Internacional de Kabul

Europa Press para La Vanguardia

El comandante de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) y de la operación estadounidense Libertad Duradera, el general David H. Petraeus, aseguró hoy a la ministra de Defensa española, Carme Chacón, que la misión de la OTAN "mantiene intacta" su "estrategia" y que también "mantienen los plazos para la progresiva transferencia de competencias en seguridad al Estado afgano", el denominado proceso de 'afganización'.

En la primera entrevista mantenida por el general Petraeus con un ministro de Defensa europeo tras su toma de posesión el pasado 4 de julio, el comandante de la misión de la OTAN trasladó a la ministra que los militares españoles han realizado un "buen trabajo" al frente del control aéreo del Aeropuerto Internacional de Kabul, por lo que su misión "va a poder permitir" el cumplimiento de uno de los primeros objetivos en el proceso de transferencia de competencias al Estado afgano.

En los 40 minutos que duró aproximadamente el encuentro, el general estadounidense recalcó que "se mantiene intacta la estrategia" de la OTAN en Afganistán y "se mantienen los plazos de la 'afganización'", que comenzará a partir de la cumbre aliada que se celebrará en noviembre en Lisboa. Al término de la entrevista, Chacón, que estuvo acompañada por el jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el general del Aire José Julio Rodríguez, aseguró que el nuevo comandante de la ISAF ha agradecido "especialmente" el "esfuerzo" que realiza España en el área de instrucción, en la que tanto guardias civiles como militares se encargan de dar formación a las Fuerzas Armadas y Fuerzas de Seguridad afganas.

Además, indicó que el general la ha dejado "una gran impresión" por su "dominio total" de la situación en Afganistán. En el encuentro celebrado en su recién estrenado despacho de comandante operativo de la misión aliada, el general departió sobre otras cuestiones como el fútbol y bromeó por la victoria de España en el Mundial al asegurar que deberían haber empezado a hablar de ese triunfo al inicio de la entrevista. El general le regaló a Chacón una pluma con su nombre y su nuevo cargo y una pashmina, y al término del encuentro se trasladó en una caravana de blindados altamente protegido a otro punto del país asiático.


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sábado, 10 de julio de 2010

Proyectiles de artillería desviados matan a seis civiles afganos

Las tropas extranjeras que luchan en Afganistán mataron a seis civiles y dejaron heridos a varios otros con proyectiles de artillería desviados que fueron lanzados un día después de que un ataque aéreo de la OTAN mató accidentalmente a cinco soldados del Gobierno afgano.

Rob Taylor, traduccion de Ricardo Figueroa, Reuters para Yahoo! Noticias

Un equipo de investigación conjunto entre Afganistán y la OTAN descubrió que los civiles murieron el jueves cuando ataques de artillería no acertaron a su blanco en el distrito de Jani Khel, provincia de Paktia, dijo la Fuerza de Asistencia de Seguridad Internacional (ISAF, por su sigla en inglés) liderada por la OTAN en un comunicado.

"Los funcionarios de la ISAF ofrece sinceras condolencias a aquellos afectados y aceptamos la total responsabilidad por las acciones que llevaron a este trágico incidente", sostiene el comunicado recibido en la noche del viernes.

El Ministerio del Interior del país atribuyó inicialmente las muertes a un cohete lanzado por insurgentes que atacaban un bazar local.

Las víctimas civiles y las bajas por fuego de aliados entre las fuerzas de seguridad afganas han sido un problema frecuente entre el presidente Hamid Karzai y las fuerzas militares occidentales durante los nueve años de guerra desde que fueron derrocados los talibanes en el 2001.

Los comandantes de la ISAF han sostenido dos días de reuniones, o "shuras" con ancianos locales en Jani Khel para discutir el incidente.

El nuevo comandante de las fuerzas de Estados Unidos y la OTAN, el general David Petraeus, está considerando un cambio a las normas de enfrentamiento para evitar víctimas civiles, luego de quejas de que atan las manos de las tropas de la coalición que luchan con los insurgentes.

Las bajas entre las fuerzas de la OTAN que luchan en Afganistán alcanzaron un récord máximo en junio y los comandantes esperan que la violencia aumente en paralelo con una ofensiva anti insurgente en los próximos meses, planteando dudas sobre si se puede hacer más para proteger a los soldados.

Dos soldados de la coalición murieron el viernes en ataques con bombas separados, dijo la alianza, mientras que un suicida en un coche bomba atacó a una caravana de la OTAN en un puente afuera de Jalalabad, matando a un civil e hiriendo a otros nueve.

Cinco soldados del Gobierno afgano murieron accidentalmente y dos resultaron heridos en un ataque aéreo con helicópteros de la OTAN el miércoles, provocando la condena del Gobierno del país.

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Refugiados afganos en Pakistán vuelven a su país

Se prevé que 130.000 refugiados afganos en Pakistán regresarán este año a su tierra natal, duplicando la cifra de 2009. Pero no es solamente la nostalgia lo que explica este fenómeno. También está la discriminación.

Ashfaq Yusufzai para IPS Noticias

Muchos de los refugiados dicen que los pakistaníes --tanto los funcionarios como los ciudadanos comunes-- han dejado en claro que no son bienvenidos, y cada vez les hacen la vida más difícil.

"El gobierno hace todo para acosar a los refugiados afganos", dijo Dost Mohammad, un reconocido líder de afganos que vivía en el campamento de refugiados de Shamshalo, en Peshawar, cerca de la frontera pakistaní con Afganistán.

"Somos personas pobres y la comunidad internacional no debería" abandonarnos, agregó.

Jamila Bibi, de 44 años, teme que sus hijos mueran de inanición. Según ella, pronto tendrá que ganarse la vida mendigando.

Antes "trabajé como empleada doméstica. Pero ahora las comunidades locales son reticentes a ofrecer trabajo a mujeres afganas", destacó.

En 1979, la invasión soviética a Afganistán desató una emigración de más de cinco millones de afganos hacia Pakistán, que se resistía a recibirlos. Hasta hace tres años, había 24 campamentos que alojaban a esos refugiados, pero el gobierno pakistaní los clausuró cuando la comunidad internacional le retiró su apoyo.

Datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) revelan que desde 2002 más de 3,5 millones de refugiados afganos en Pakistán han vuelto a su país. Se espera que este año otros 130.000 sigan sus pasos, bajo el programa de repatriación voluntaria impulsado por el foro mundial. Esa cifra duplicaría a la registrada el año pasado.

No es ningún secreto que a Pakistán, que no firmó la Convención de las Naciones Unidas sobre el Estatuto de los Refugiados, de 1951, no le entusiasma ser el anfitrión de los refugiados durante demasiado tiempo.

Sin embargo, el país tiene un acuerdo tripartito con Afganistán y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) para permitir que refugiados afganos registrados como tales permanezcan en el país hasta diciembre de 2012.

La Autoridad Nacional de Bases de Datos y Registros de Pakistán, que cuenta con asistencia financiera y técnica de Acnur, pudo registrar a unos dos millones de refugiados afganos en 2007.

Según la ONU, Pakistán todavía tiene 1,3 millones de refugiados afganos registrados. La mayoría de ellos viven en Khyber Pakhtunkhwa, que antes se llamaba Provincia de la Frontera Noroccidental, pero también los hay en centros urbanos del país.

Un portavoz de Acnur en Peshawar dijo que los refugiados ya fueron informados sobre la extensión de su permanencia legal en Pakistán, siempre y cuando posean tarjetas de registro.

"No vamos a obligarlos" a volver a su país, declaró a IPS Najamuddin Khan, ministro federal para las regiones fronterizas.

El ministro de Información de Khyber Pakhtunkhwa, Mian Iftikhar Hussain, señaló que no es verdad que los afganos estén siendo maltratados. "Hemos estado sufriendo debido a la presencia de afganos, pero no tomaríamos ninguna medida contra quienes poseen documentos válidos para permanecer aquí", dijo.

Con la palabra "sufriendo", Hussein se refería aparente y parcialmente a la percepción popular de que los refugiados afganos han ocupado muchos puestos de trabajo que correspondían a los ciudadanos del lugar, porque aceptan salarios más bajos.

Sin embargo, Hussain también dijo: "No permitiremos que los delincuentes se queden aquí".

"Tenemos estadísticas que muestran que 45 por ciento de los delitos son cometidos por afganos", enfatizó el oficial de policía Mohammad Rafiq.

"Ellos comenten delitos y se escapan a Afganistán, donde no pueden ser rastreados", agregó.

Los delitos presuntamente cometidos por refugiados afganos en Pakistán van desde robos hasta asesinatos.

Sin embargo, muchos refugiados sienten que son castigados aunque no hayan incurrido en ninguna falta.

Dicen que desde que se cerraron los campamentos de refugiados en 2007, la policía los acosa constantemente en relación a sus documentos. La mayoría de los refugiados se han visto obligados a vivir en chozas improvisadas y a aceptar cualquier trabajo para poder comer.

Rehmat Shat, por ejemplo, dijo que los 55 dólares que cobra mensualmente como guardia nocturno en la casa de una familia no le alcanzan para mantener a la suya.

"Mis dos hijos venden verduras para complementar mis ingresos", explicó.

Las tres hijas de Mirza Mohammad --Samia, de 10 años, Rabia, de ocho, y Jaweria, de seis-- la acompañan cada vez que recorre el vecindario, al amanecer, para recoger la basura.

"Algunas personas nos dan dinero en efectivo y el pan y el hielo que les quedaron. Pero otras no", dijo la descalza Rabia.

Pero, pese a las dificultades de la vida de los refugiados en Pakistán, muchos afganos dicen que, si pueden, prefieren quedarse en este país.

"No podemos irnos debido al caos, la falta de empleo, la mala calidad de la educación y de los centros de salud en nuestro país", dijo Shah.

El taxista Jalawan Khan, de 35 años, agregó: "El gobierno debería compadecerse de nosotros. Vinimos aquí escapando de sucesivos años de guerra, hambruna y sequía".

Sin embargo, algunos miembros de la familia de Khan han vuelto a Afganistán. De hecho, él envía parte de sus ingresos a su madre, que ahora vive en su natal provincia afgana de Khost.

No obstante, para Khan es cada vez más difícil brindar por lo menos dos comidas diarias a su esposa e hijos. "Mi padre tenía un muy buen negocio (de alfombras) en el campamento de Kacha Garhi. Pero ahora la situación es extremadamente mala", dijo Khan.

"De todos modos yo me quedo, porque quiero educar a mi hijo aquí, en Peshawar", explicó.

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Gran Bretaña cederá el control de una mortífera zona de Afganistán a EEUU

Gran Bretaña cederá antes de fin de año a Estados Unidos el control del violento distrito de Sangin, en el sur de Afganistán, donde se han registrado casi un tercio de las bajas sufridas por las tropas de este país, confirmó este miércoles el ministro de Defensa Liam Fox.

AFP para Yahoo! Noticias

Fox explicó en la Cámara de los Comunes que la fuerza internacional reestructurará sus fuerzas en todo el suroeste de Afganistán para "consolidar una brigada estadounidense en el norte de (la provincia de) Helmand que asuma la responsabilidad de la seguridad de Sangin este mismo año".

"Esto simplificará las actuales disposiciones de mando y permitirá una reorganización de las tropas británicas para reforzar los progresos en los distritos clave del centro de la provincia de Helmand", agregó el ministro.

Fox justificó esta reorganización diciendo que la llegada de más de 18.000 'marines' estadounidenses de refuerzo enviados por el presidente norteamericano Barack Obama permitía un reparto "mejor y más realista" de las tareas en el interior de la coalición.

Recordó que tanto él como el primer ministro, David Cameron, que encabeza el gobierno de coalición desde mayo pasado, siempre han defendido que las tropas británicas en esta conflictiva provincia estaban demasiado "dispersas" para poder luchar de una manera eficaz contra la insurgencia.

Estados Unidos asumirá por tanto el control del norte y del sur de Helmand y Gran Bretaña del centro con el apoyo de las tropas danesas y estonias.

Los británicos ya transfirieron el pasado 1 de junio al general estadounidense Richard Mills el mando de todas las tropas de la Fuerza de Asistencia a la Seguridad (ISAF) de la OTAN en la provincia de Helmand, uno de los bastiones más resistentes de los talibanes.

Gran Bretaña, que con 9.500 hombres tiene con el segundo mayor contingente detrás del de Estados Unidos, cuenta con unos 8.000 en la provincia de Helmand, entre ellos un millar de infantes de marina en el conflictivo Sangin. Sin embargo, en ese distrito se registraron casi una tercera parte de las 312 bajas británicas que las tropas sufrieron desde el comienzo de la intervención de la fuerza internacional liderada por Estados Unidos en el país a finales de 2001, es decir, 99.

El ministro rindió homenaje este miércoles a los "enormes progresos" realizados por las tropas británicas en Sangin y señaló que gracias a sus "esfuerzos y sacrificios" la provincia de "Helmand en su totalidad es ahora un lugar más seguro".

Unos 300 soldados de un batallón de reserva establecido en este momento en Chipre serán enviados temporalmente para reforzar la transición en Sangin, que se espera esté terminada en octubre.

El traspaso del control de la zona a los estadounidenses debería suscitar alivio en una Gran Bretaña inquieta por el creciente número de muertos, pero también indignación de quiénes se preguntarán si el sacrificio valió la pena, sin contar con que podría ser interpretado como un principio de retirada.

Los talibanes expresaron este miércoles su satisfacción por la retirada, que "marca el inicio de la derrota de las fuerzas británicas en Afganistán", eclaró a la AFP un portavoz leyendo lo que presentó como un comunicado de su líder, el mulá Omar. "Los derrotamos en Sangin. Pronto los derrotaremos en el resto del país", agregó en Kabul precisando que los estadounidenses se "enfrentarán al mismo destino".

Para la coalición civil contra la guerra Stop the War el anuncio es una "admisión tácita del fracaso" de esta intervención y "una retirada" aunque, según ella, el gobierno y el ejército "traten de negarlo".

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lunes, 28 de junio de 2010

Malalai Joya: "Obama está siendo igual o peor que Bush"


Activista afgana que critica tanto a los talibanes como a los muyahidines y a las tropas extranjeras [...] "He sufrido cinco atentados y cada vez corro más peligro. Llevo guardaespaldas, cambio de casa a menudo y tengo que llevar un burka. [...] El Ejército español sigue la filosofía de EE.UU., que defiende que están haciendo algo bueno por Afganistán. Pero no es así. Si el Gobierno de España hiciera lo correcto, no negociaría con los talibanes y nos daría apoyo democrático. Un país nunca llegará a la democracia a través de una ocupación"

Patricia Martín para El Periódico de Catalunya

Malalai Joya es el seudónimo de una activista afgana que critica tanto a los talibanes como a los muyahidines y a las tropas extranjeras. La semana pasada presentó en España el libro Una mujer contra los señores de la guerra, en el que denuncia la presencia de criminales de guerra en el Parlamento afgano. Dice que matar a una mujer en su país tiene el mismo valor que «matar a un pájaro».

–¿Cómo es su vida en Afganistán?

–Ha cambiado mucho desde que me expulsaron del Parlamento. He sufrido cinco atentados y cada vez corro más peligro. Llevo guardaespaldas, cambio de casa a menudo y tengo que llevar un burka.

–¿Cómo se siente bajo el burka?

–Es horrible, pero me da seguridad. Salva muchas vidas y protege a las afganas de sufrir violaciones.

–¿A quiénes denomina señores de la guerra?

–A los fundamentalistas muyahidines que estuvieron en el poder de 1992 a 1996. Son muy parecidos a los talibanes, porque son marionetas dirigidas por otros gobiernos y son capaces de asesinar, masacrar e incluso violar a niños de 4 años. Para llegar al poder destruyeron la unidad de Afganistán. En lugar de barba y turbante, visten al modo occidental pero, como los talibanes, cometen crímenes contra las mujeres en nombre del islam.

–¿Cuántos son en el Parlamento?

–Hay informes que dicen que el 80% de los diputados son muyahidines, pero yo creo que son el 90%.

–¿Qué opina de la labor desempeñada por las tropas españolas?

–El Ejército español sigue la filosofía de EEUU, que defiende que están haciendo algo bueno por Afganistán. Pero no es así. Si el Gobierno de España hiciera lo correcto, no negociaría con los talibanes y nos daría apoyo democrático. Un país nunca llegará a la democracia a través de una ocupación. Barack Obama, que está siendo igual o peor que Bush, dice que la guerra en Irak es mala y la de Afganistán es adecuada, pero ¿cuál es la diferencia?

–¿La sociedad afgana colabora en los ataques a las tropas?

–Las tropas son víctimas de la política incorrecta de sus gobiernos. Los soldados que se niegan a ir porque no quieren ser criminales de guerra son encarcelados, pero son los verdaderos héroes para nosotros. Siento las muertes de soldados, pero es lógico que la gente les odie por haber invadido mi país. Los afganos meten en el mismo saco a los talibanes, las tropas y los señores de la guerra.

–¿Cuál es la solución?

–Soluciones hay muchas y ninguna pasa por la invasión. Si continúa, la resistencia será cada vez mayor. La paz pasa por dejar de respaldar a los señores de la guerra, apoyar una verdadera democracia y ejercer más presión sobre los países que apoyan a los talibanes. Y lo principal para lograr una verdadera emancipación es que se promueva la educación de los afganos.


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domingo, 27 de junio de 2010

Junio de 2010, el mes más letal para las fuerzas de la OTAN en Afganistán, con 79 soldados muertos

En los últimos tiempos mueren diariamente una media de entre tres y cuatro soldados extranjeros. Pero en lo que va de mes, con la del miércoles es la tercera vez en que caen diez en un solo día. Junio no ha acabado pero las bajas aliadas superan las del tramo de julio a octubre de 2009, que hasta ahora destacaba por ser el más mortífero para EEUU y sus aliados en el terreno.

Agencias para Gara

Los talibán anunciaron ayer que seguirán la lucha tras la destitución del general Stanley McChryistal por parte del presidente de EEUU, Barack Obama, y su sustitución por el general David Petraeus al frente de la ocupación en Afganistán.

"No nos importa quién manda, McChrystal o Petraeus. Nuestra posición es clara. Seguiremos combatiendo a los extranjeros hasta su retirada", declaró a la agencia AFP Yusuf Ahmadi, portavoz habitual de la comandancia talibán.

Se trata de la primera reacción oficial de la resistencia afgana tras la grave crisis generada en EEUU por las confesiones del general destituido. Una crisis que no pocos han comparado con la destitución del general MacArthur por el entonces presidente Truman y que coincide -o no tanto- con un momento crítico para los planes de Obama.

Con 79 soldados muertos en tres semanas -10 de ellos el pasado miércoles-, junio de 2010 es ya con diferencia el mes más mortífero para los ocupantes en los ocho años y medio largos de campaña militar afgana.

En los últimos tiempos mueren diariamente una media de entre tres y cuatro soldados extranjeros. Pero en lo que va de mes, con la del miércoles es la tercera vez en que caen diez en un solo día.

Junio no ha acabado pero las bajas aliadas superan las del tramo de julio a octubre de 2009, que hasta ahora destacaba por ser el más mortífero para EEUU y sus aliados en el terreno.

- Balance de McChrystal.

Diplomáticos de los países aliados no han escatimado elogios para la estrategia del destituido general de cuatro estrellas.

"Antes de McChrystal, esto era un corral lleno de pollos sin cabeza corriendo de un lado para otro. Hoy todo el mundo va en una misma dirección", señala uno de ellos protegido por el anonimato en Kabul. "McChrystal era el mejor comandante de la OTAN que ha conocido Afganistán. Y el problema es que era seguramente el único capaz de poner en marcha el plan" u hoja de ruta que diseñó el propio general cuando fue nombrado para el puesto en 2009.

No opina lo mismo Abdul Jalil, funcionario municipal de Kandahar, bastión y símbolo de la resistencia talibán. "Desde su llegada, los combates se han recrudecido. El Gobierno sigue sin tener bajo control Kandahar y hay cada vez más distritos en manos de los talibán". Nadie duda de que 2010 será, al ritmo actual y para los ocupantes, el peor año de la campaña militar iniciada en octubre de 2001. Y eso que 2009 batió todos los records con 520 bajas militares.

Stephen Biddle, analista de Nueva York, lo reconoce pero busca su lado "bueno", o simplemente macabro. "Es cierto que la destrucción ha aumentado. Pero podemos ganar", dice.

- Los mercenarios de Blackwater vuelven, si se fueron alguna vez.

La CIA ha firmado un contrato por valor de 100 millones de dólares con la compañía de mercenarios Blackwater Worldwide para que aseguren sus instalaciones en Afganistán y en otros escenarios de guerra.

El Departamento de Estado firmó la pasada semana un contrato para el suministro de servicios de protección en Afganistán con la compañía Xe.

Blackwater fue rebautizada como Xe tras haberse visto implicada en un sinfín de escándalos en Irak, en particular la muerte de decenas de civiles en Bagdad en setiembre de 2007. Washington le retiró el servicio de protección de sus diplomáticos en mayo de 2009.

El ministro iraquí de Interior ordenó en febrero la expulsión de 250 mercenarios de Blackwater presentes en el país en el momento del tiroteo sangriento en setiembre de 2007 en Bagdad. Se trataba de agentes de seguridad de la firma que estaban presentes en Irak en el momento en que cinco de sus "camaradas" abrieron fuego contra una multitud matando a al menos 17 personas.

Tras el escándalo, el Gobierno iraquí retiró la licencia de explotación a Blackwater, la mayor empresa de mercenarios utilizada por EEUU en Irak y cuyos contratos se elevaban a cientos de millones de dólares anuales. La firma perdió su contrato de protección de diplomáticos hace ahora poco más de un año.

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martes, 15 de junio de 2010

ACNUR informa de que cada vez hay más menores afganos no acompañados que emigran a Europa

Más de 5.900 niños afganos, la mayoría varones, solicitaron asilo en Europa el año pasado, en comparación con los 3.380 que lo hicieron en 2008. [...] supusieron el 45 por ciento de las peticiones de asilo de menores no acompañados, casi tres veces las peticiones hechas por los somalíes, que suponen el segundo grupo. Hay muchos más niños afganos emigrando que no solicitan asilo. [...] no siempre reciben el apoyo que necesitan. Como resultado, suelen permanecer en manos de los traficantes de personas.

Europa Press

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) informó este lunes de que hay un número cada vez mayor de menores afganos que emigran solos a Europa exponiéndose a numerosos peligros y a abusos de Derechos Humanos, según un informe de esta agencia que presenta sus recomendaciones sobre cómo deberían responder los diferentes gobiernos a esta cuestión ya que, de acuerdo con este organismo, no siempre reciben la recepción que necesitarían.

Más de 5.900 niños afganos, la mayoría varones, solicitaron asilo en Europa el año pasado, en comparación con los 3.380 que lo hicieron en 2008. El año pasado, los jóvenes procedentes de Afganistán supusieron el 45 por ciento de las peticiones de asilo de menores no acompañados, casi tres veces las peticiones hechas por los somalíes, que suponen el segundo grupo. Según ACNUR, hay muchos más niños afganos emigrando que no solicitan asilo.

El estudio de ACNUR examina las razones para su salida, las rutas que toman los niños y su recepción, y señala que, mientras una parte emigra directamente desde Afganistán, otros ya han vivido varios años en Irán o Pakistán.

Entre las razones que mueven a los menores a emigrar hacia Europa se encuentra el conflicto que se vive en su país y la falta de un espacio que los proteja en los países vecinos. Las experiencias de guerra y de violaciones de Derechos Humanos como el trabajo forzado y el secuestro, combinadas con la inseguridad, la pobreza, la inestabilidad política, las escasas perspectivas para su educación y la esperanza cada vez menor de un futuro mejor también están entre las razones para emigrar.

"Parece que Afganistán ha hecho la vista gorda al papel de los traficantes de personas en lo referente a la migración irregular, incluidos los niños. Los padres, familias y comunidades afganos han permitido y alentado la salida de sus hijos en viajes peligrosos", subraya el informe.

El estudio de ACNUR indica también que los jóvenes afganos que llegan a Europa no siempre reciben el apoyo que necesitan. Como resultado, suelen permanecer en manos de los traficantes de personas. "Estos niños se enfrentan a unas dificultades impactantes a lo largo del camino", afirmó la directora de ACNUR para Europa, Judith Kumin. "Pero sienten como una obligación hacia sus familias proseguir su viaje, por lo que son victimizados una y otra vez", añadió.

El informe de esta agencia de la ONU también apremia a los países europeos a que tengan en cuenta la deteriorada situación de la seguridad en diferentes partes de Afganistán. Donde el retorno a su país se contempla, debe evaluarse si éste se realiza en el mejor interés del niño. El documento también subraya que la localización de sus familiares, una recepción apropiada, unos tutores así como las oportunidades de integración a largo plazo son elementos importantes.

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jueves, 10 de junio de 2010

Las tropas españolas en Afganistán sufren 60 ataques talibán de los que Defensa no ha informado

Han combatido 21 veces, recibido 10 ataques con minas y han desactivado 30 bombas. En mes y medio de guerra sólo se informó del papel de la mujer y del apoyo logístico en Herat. La estrategia para controlar totalmente la ruta Lithium ha conllevado duros combates

Diego Mazón para La Razón

Desde mediados de abril a finales de mayo el contingente español en Afganistán ha desarrollado una intensa actividad muy alejada de la imagen de misión humanitaria que de aquella misión vende el Gobierno. En el marco de la estrategia del general McChrystal para Afganistán, las tropas españolas han llevado a cabo en ese periodo la operación «Come on II» para terminar de controlar la ruta Lithium, la carretera que une Qala-i-Now con Bala Murghab. La primera de las localidades acoge al Equipo de Reconstrucción Provincial español. La segunda es uno de los puntos más calientes de todo el oeste afgano.

El esfuerzo por hacerse con el control de la ruta no ha sido tarea fácil para los militares españoles. En apenas mes y medio, nuestros soldados han tenido que combatir 21 veces contra los insurgentes, según aseguraron fuentes militares a LA RAZÓN. Este dato hay que leerlo teniendo en cuenta, además, que si una patrulla sufre varios hostigamientos consecutivos se contabilizan como uno solo y no como diferentes ataques. A esto se unen otro tipo de ataques menos directos, menos de guerra convencional: en diez ocasiones, nuestras tropas han hecho frente a artefactos explosivos improvisados (IED, por sus siglas en inglés). Éstos son minas modificadas o reforzadas, o bombas caseras que estallan al paso de los blindados españoles, bien por activación al peso o mediante cables que se activan con un accionador. De la decena de IED que se han encontrado en sus patrullas, una de ellas causó heridas a un soldado el pasado 14 de abril. Junto a esto, las tropas españolas desplegadas, cuyo grueso lo compone ahora mismo la Legión, han tenido que desactivar una treintena de bombas trampa, tanto dirigidas a ellos mismos como a otras fuerzas de la coalición. Es decir, tres tipos de ataque distintos que suman cerca de sesenta acciones ofensivas de los talibán contra nuestras tropas.

Hay que destacar que en los 21 combates a los que han hecho frente, que según fuentes del contingente han sido en varias ocasiones de muy larga duración, las tropas no han sufrido ni una sola baja ni heridos, mientras que, según estas mismas fuentes, entre el enemigo han provocado en torno a una decena de bajas.

- Sólo uno de treinta.

De toda esta ofensiva, el Ministerio de Defensa sólo ha informado en una ocasión, el 14 de abril, cuando resultó herido un soldado al estallar un artefacto al paso de su vehículo Lince. Es el único de los que han padecido en un mes y medio que ha sido publicitado por el departamento de Carme Chacón. El equipo de Prensa de la ministra ha informado en abril y mayo de lo siguiente acerca de las actividades de nuestros soldados en Afganistán: el 3 y el 9 de abril, en lo prolegómenos de la operación, dos notas de prensa informaban de que «el contingente en Qala i Naw enseña español a alumnas afganas» y de que «militares españoles reparten ayuda humanitaria en localidades afganas»; el 13 de abril el departamento de Chacón señalaba que «militares españoles potencian el papel de la mujer en la sociedad afgana»; el 14 daba parte del herido por la explosión de un IED; el día 20 de ese mismo mes, otra nota de prensa relataba que «El Ejército afgano agradece el apoyo logístico de la FSB de Herat»; el 9 de mayo señalaba que «La población de Moqur celebra una “jirga” después de 30 años»; y por último, «el general jefe de ISAF visita a las unidades españolas en Sang-Atesh».

Esta profusión de notas de prensa no coincide demasiado con el discurso de las últimas comparecencias de Chacón, que ha endurecido los términos en los que habla de la misión. Ya se refiere a Afganistán como un «escenario de guerra», mucho más cercano a los hechos que aquí se relatan.

De estas notas es reseñable la celebración de la «jirga» en Moqur, no por la fiesta en sí sino por lo que conlleva y el lugar. Moqur es una población al sur del valle de Murgab, al extremo norte del cual se encuentra Bala Murgab. Ese valle es a estas alturas el único territorio puramente talibán de la provincia de Badghis, bajo responsabilidad española. El hecho de normalizar la actividad en Moqur es buena señal. En los próximos meses, la tercera fase de la operación «Come on» tratará de «limpiar» ese valle desde el norte y desde el sur en una operación conjunta hispano-afgana-estadounidense.

Hace un año y medio, la proporción de soldados españoles que se dedicaban a la reconstrucción frente a los que llevaban a cabo acciones de combate o patrullas era de «uno a uno». A día de hoy, y tras los incrementos de efectivos que ha llevado a cabo el Ejecutivo, la proporción se ha elevado hasta el «uno a cuatro». Por cada uno que reconstruye, cuatro combaten.

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miércoles, 2 de junio de 2010

Las operaciones militares aumentaron en Afganistán y en el mundo

La operaciones de "mantenimiento de la paz" en el mundo, en particular en Afganistán, aumentaron en términos de personal y costos en 2009 para lograr nuevos récords, según un informe publicado este miércoles por el Instituto Internacional de Investigación para la paz de Estocolmo (SIPRI).

AFP para Yahoo! Noticias

En total, 54 "operaciones de mantenimiento de la paz" se llevaron a cabo en el mundo el año pasado, con "un costo conocido de 9.100 millones de dólares (7.400 millones de euros)", o sea, un nuevo récord, según el SIPRI.

En términos de personal desplegado en 2009, se logró un récord con 219.278 personas (89% militares y 11% civiles), lo que significa un aumento del 16% con relación a 2008, subrayó el Instituto. "Este aumento está relacionado con el refuerzo de las tropas en lugares de operaciones de mantenimiento de la paz ya existentes, en especial en el marco de la Fuerza Internacional de la OTAN en Afganistán (ISAF)", según el informe.

Estados Unidos logró "más que duplicar" su presencia en Afganistán el año pasado y los gastos en esos países superarán en 2010 los previstos para Irak, con 65.000 millones de dólares y 61.000 millones de dólares previstos respectivamente para ambos países en la proposición de presupuesto de 2010, subrayó el SIPRI.

Los gastos operacionales también incluyeron la lucha contra el terrorismo y la droga, subrayó el informe.

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domingo, 9 de mayo de 2010

Biden agradece a Zapatero el apoyo de España en Afganistán y contra la crisis económica


El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha agradecido al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, el apoyo de las tropas españolas en Afganistán y sus esfuerzos de mediación en procesos de paz como los de Oriente Próximo.

ACN para El Periódico de Catalunya

Ambos dirigentes se han reunido en la Moncloa poco antes de visitar junto con la ministra de Defensa, Carme Chacón, la base de la Brigada Paracaidista en Paracuellos del Jarama, en Madrid. En la reunión Zapatero y Biden también han intercambiado opiniones sobre las medidas a emprender en EEUU y en Europa para una mejor regulación del sistema financiero que en el futuro impida que los ciudadanos acaben pagando las crisis de las grandes entidades bancarias.

Biden, que llegó ayer a Madrid procedente de Bruselas, ha destacado la cooperación con España en Afganistán y ha agradecido al presidente español el incremento de tropas en el país asiático, especialmente en lo que respecta a formadores. Un esfuerzo, ha asegurado, que tiene que contribuir a que en breve los afganos sean capaces de asumir en breve sus propias responsabilidades.

En este marco también ha lanzado una advertencia a Irán que, según ha dicho, se debate entre cumplir las normas internacionales, o afrontar su aislamiento.

- El rescate de Grecia.

Biden también ha transmitido a Zapatero el apoyo de Estados Unidos a las acciones de la Unión Europea para rescatar a Grecia de la crisis, y ha felicitado al jefe del Ejecutivo español por su "liderazgo" durante la presidencia de turno.

En este marco, el dirigente estadounidense ha agradecido a Zapatero el apoyo del Estado al programa de investigación de las fuentes de financiación de organizaciones terroristas, que, según ha explicado, ha dado pie a operaciones a ambos lados del Atlántico.

El presidente español, por su parte, ha asegurado que la recuperación económica europea está en marcha y que una de las claves que tienen que permitir reactivar la creación de ocupación es superar la crisis en los mercados.

- "Colaboración, apoyo mutuo y confianza".

Según el presidente español, una de las tareas pendientes del próximo G-20 es la regulación del sistema y conseguir el compromiso de las grandes entidades financieras para que en un futuro sus crisis no las paguen los ciudadanos, sino que ellas mismas sean las que se aprovisionen y dispongan de recursos ante posibles crisis financieras.

Esta, según Zapatero, es una de las grandes lecciones de esta crisis y Estados Unidos ya trabaja en la misma dirección. El presidente español también ha reiterado en Biden el compromiso del Estado con la seguridad internacional, la lucha contra el terrorismo y los procesos de paz, especialmente en Afganistán. Los dos mandatarios también han hablado de la situación en Israel, y Zapatero ha puesto de manifiesto su apoyo a la Administración Obama en los pasos que ha dado a Oriente Próximo.

El presidente español también ha lanzado un mensaje al régimen de Irán: "Hay un pleno acuerdo e Irán tiene que saber que de espaldas a la comunidad internacional no tiene nada a hacer". Zapatero ha asegurado que las relaciones del Ejecutivo español con la Administración de Barack Obama son de "colaboración, apoyo mutuo y confianza" y ha destacado el "gran valor" de la visita de Biden.

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jueves, 6 de mayo de 2010

Zapatero informará el 12 de mayo al pleno de la misión española en Afganistán


El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, comparecerá el próximo miércoles, 12 de mayo, ante el pleno del Congreso para explicar la situación de las tropas españolas en Afganistán y su participación en la misión de la OTAN en este país.

EFE para Yahoo! Noticias

Así lo ha explicado hoy el portavoz parlamentario de IU, Gaspar Llamazares, en rueda de prensa tras la reunión de la Junta de Portavoces del Congreso, que hoy ha fijado la comparecencia monográfica sobre Afganistán que realizará Zapatero para el miércoles a las nueve de la mañana, antes de la sesión de control al Gobierno.

Inicialmente estaba previsto que esta comparecencia se sustanciara el pasado 21 de abril, aunque finalmente ese día Zapatero dedicó su intervención a explicar las conclusiones del último Consejo Europeo, celebrado días antes.

Fue el propio presidente del Gobierno quien se comprometió ante el líder del PP, Mariano Rajoy, hace varias semanas, para aclarar ante el pleno del Congreso los aspectos de la participación española en la misión de la OTAN en Afganistán.

El Ejecutivo, por entonces, había decidido aumentar el número de soldados desplegados en el país asiático, una decisión que adoptó poco después de que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunciara su nueva estrategia en Afganistán.

Gaspar Llamazares ha expresado su satisfacción por el hecho de Zapatero comparezca para tratar de forma monográfica esta misión, y ha confiado en que durante su intervención presente un calendario de retirada de las tropas o, como mínimo, un calendario de "presencia" española en el país asiático.

Y es que, en su opinión, desde que comenzó la misión internacional de la OTAN en Afganistán no hay ni una mejor situación política ni una mejor situación de seguridad, sino al contrario, el país "está siendo un caldo de cultivo del terrorismo internacional".

Por eso, el diputado de IU ha pedido tanto al Gobierno como a los grupos parlamentarios que apoyan la presencia de España en este país que reflexionen sobre la retirada, porque "da la impresión de que Afganistán se va a convertir en un protectorado con tropas extranjeras sine die, y ésa es la peor de las soluciones".

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sábado, 3 de abril de 2010

Simulaciones afganas de los marines en Virginia



Una marine registra a una figurante afgana en el entrenamiento

Lejos de Afganistán, entre los bosques de Virginia, los marines intentan pacificar a los locales, negociar con ellos y, si las palabras no bastan, apretar el gatillo. Los locales son una troupe de actores afganos que van de base militar en base militar por todo Estados Unidos, y hoy se encuentran en Quantico (Virginia).

Marc Bassets para La Vanguardia

Los marines son veinteañeros que se entrenan para entrar en un combate desigual en el que el civil puede ocultar un talibán, y el uso de la fuerza bruta es la mejor propaganda para reclutar insurgentes.

"En Afganistán llevamos treinta años de guerra. Los rusos estuvieron aquí. ahora los americanos. Ustedes nos tienen que respetar, pero vienen y registran nuestras casas sin permiso. Si los talibanes les ven, vendrán por la noche y nos matarán a nosotros y nuestras familias".

Quien habla, a través de un intérprete, es un afgano residente en Estados Unidos que, envuelto en una túnica y con gafas de sol, simula ser el líder de un poblado de Afganistán en el que se esconde un insurgente. La escena se desarrolla en un poblado reconstruido en una pradera de Quantico. El ejercicio pretende enseñar a los marines a comunicarse con los civiles, a escucharlos y a extraer la información necesaria para localizar a los malos.

Ante el afgano, un marine barbilampiño, equipado con casco, chaleco antibalas y un fusil M-16, acierta a prometer: "Nosotros podemos sacar a estos hombres malvados de su pueblo, y ustedes estarán protegidos".

Es la primera vez que el marine se enfrente a una situación semejante, y aplica como puede lo que sus superiores, que han vivido situaciones similares en Irak o en Afganistán, le han explicado.

El afgano le responde, y en sus palabras se adivina también una lección para el aprendiz de guerrero.

"Ustedes tienen que respetar nuestra cultura. Entran a una casa sin permiso de nadie. Quizá hay seis niños dentro, y mujeres. Si no son sus enemigos, se convertirán en sus enemigos". La conversación se prolonga unos minutos, hasta que a unos metros se escuchan disparos. Los otros marines del pelotón han dado con el insurgente en el interior de una casa. El tiroteo ha sorprendido al negociador desprevenido. Mal.

"Un error habitual -dice después el capitán Andy Schillace, que ha organizado el ejercicio- es involucrarse demasiado con los civiles y prestar poca atención a otras cosas".

Civiles en un momento, insurgentes en el siguiente; ahora conviene dialogar, ahora matar: los marines se preparan para la nueva guerra. Es la misma guerra que estos días se ha librado en el enclave talibán de Marja, en el sur de Afganistán.

Los marines -la élite de las fuerzas armadas de la superpotencia- han avanzado palmo a palmo, a bombazos primero, y a ahora intentando ganarse a la población, escéptica respecto a la voluntad de los estadounidenses de quedarse y protegerlos.

Ésta es, también, la guerra del presidente Barack Obama, que en diciembre anunció el envío de 30.000 soldados y marines más a Afganistán. En este país, como en Irak en los últimos años de George W. Bush, Estados Unidos aplica la doctrina de la contrainsurgencia.

"La clave del éxito de la contrainsurgencia es ganarse a la población", se lee en el Manual de campaña de contrainsurgencia del ejército y los marines, publicado tras la desastrosa invasión de Irak. Para lograrlo, es preciso dotar a los militares de "competencias políticas, diplomáticas y lingüísticas".

La doctrina no pone tanto el acento en la fuerza bruta -como los bombardeos aéreos- como en la convicción de que los ataques indiscriminados son contraproducentes.

Sin un mínimo de seguridad y de estabilidad institucional es imposible derrotar a una milicia local.

Los marines de Quantico se preparan para esta nueva guerra, y quieren que se sepa: esta semana han invitado a un grupo de periodistas extranjeros a seguir los entrenamientos.

"Una de las cosas en las que hemos trabajado con dedicación es el respeto y el aprecio de las culturas, sea cual sea el lugar del mundo en el que operemos", dice el coronel George W. Smith jr., comandante de la escuela de oficiales de la base.

La palabra "cultura" y "educación cultural" se repite durante las conversaciones en Quantico.

Los instructores se esmeran en educar a los marines -hombres y mujeres- sobre cómo cachear a los sospechosos. Los hombres con los hombres; las mujeres con las mujeres.

"Dedicamos mucho tiempo a entrenar a los oficiales para que controlen las acciones con la población civil", añade el coronel Smith, que ha estudiado con detalle la insurgencia española contra la invasión napoleónica.

No siempre es posible ni conveniente, sin embargo, "controlar las acciones". El entrenamiento incluye el asalto a una zona urbana -edificios de dos o tres pisos que simulan una zona de guerra- tomada por los insurgentes.

El ejercicio -bombas de humo, balas de fogueo, gritos, adrenalina- podría resultar veraz si no fuese porque los periodistas se pasean por las calles y casas como si nada sucediese.

En la jornada de puertas abiertas, éste es el momento en el que más visible es la ferocidad de los marines, en el que uno puede hacerse una idea más aproximada de lo que representa un combate calle a calle, puerta a puerta.

Para los alumnos de Quantico, en etapa de formación, la realidad de la guerra es tan extraña como para muchos de los periodistas que les observan.

La ventaja respecto a generaciones anteriores de marines es que ahora quienes les enseñan sí conocen la guerra. Al terminar la batalla, el mayor Albino Mendonça, nacido en las Azores, recuerda que cuando él estudiaba en Quantico esto no ocurría.

Desde Vietnam, en los años sesenta, Estados Unidos no había librado una guerra a gran escala; durante unos años pareció que los marines acabarían especializándose en operaciones quirúrgicas y humanitarias.

"Somos luchadores feroces. Siempre lo hemos sido, y en mi opinión nos ha ido bien. La gente nos teme, se lo piensa dos veces antes de luchar contra nosotros. Pero si la población se nos vuelve en contra, malo. Significa que debemos recobrar la confianza". dice el mayor Mendonça, que ha combatido en Irak.

"No hay mejor amigo que un marine -añade en otro momento-. Ni peor enemigo".

Cuerpo de marines: 202.000
En Irak: 3.000
En Afganistán: 18.500

- Pocos y orgullosos.

Algunos eran civiles hace unos meses y dentro de unos meses estarán luchando en Afganistán con los marines, la élite de las fuerzas armadas de Estados Unidos, los más feroces y temidos, y también los más admirados y mitificados en el cine y en la conciencia colectiva. "Ser marine es algo especial". La frase la pronuncia Daniel Estrada, un marine que nació en Colombia hace 22 años y emigró a Nueva York a los seis. Estudió en la escuela naval de Annapolis y quiere ser piloto. Y es así: los marines se sienten especiales. The few, the proud, dicen de sí mismos. "Los pocos, los orgullosos". La instrucción inicial de once semanas para poder ser marine es durísima. Las películas -la primera parte de La chaqueta metálica, de Stanley Kubrick, es un referente entre los marines- no exageran. La fase inicial sirve de criba, y sirve también para transformar a ciudadanos civiles en máquinas de guerra, algo así como sacerdotes soldados, dedicados a la vida monacal de los marines y lejos de la caótica vida civil. Los alumnos de la llamada Escuela Básica de Quantico (Virginia), como Estrada, han superado esta instrucción, de modo que ya son oficialmente marines. Ahora es el momento de formarlos. Son oficiales, lo que significa que cuando entren en guerra liderarán los pelotones; para ser oficial es necesario tener una licenciatura universitaria. Una vez superada esta etapa se especializarán, y algunos irán pronto a la guerra. Como Taylor Evans, 23 años, de Carolina del Norte y licenciado en Historia, que en seis meses podría estar en Afganistán. "Siento miedo y excitación", dice. "Pienso en ello, pero tengo ganas de que me movilicen", explica Hannah Patston, una ex contable de 27 años.

- Actores afganos entre marines.

Las camionetas desembarcan en la base de Quantico. Salen decenas de afganos. En un poblado falso construido en una pradera de la base construyen un mercadillo y se ponen ropas típicas. "Venga, venga", les mete prisa el jefe, de aspecto anglosajón. Los marines llegan enseguida, e intentan tomar el control del pueblo y encontrar a un insurgente escondido. Los afganos hacen el papel de la población local, siguiendo un guión diseñado para colocar a los marines ante situaciones que se encontrarán en Afganistán cuando deban negociar con las autoridades locales. Los actores trabajan para una empresa con sede en Orlando (Florida) llamada Defense Training Systems (DTS), una de las numerosas compañías privadas que suministran sus servicios al Departamento de Defensa de Estados Unidos. En su página web, DTS ofrece, entre otros servicios, "mercados realistas que actúan como acceso cultural durante los ejercicios de entrenamiento previos al despliegue". Es decir, mercadillos orientales en los que los militares, que quizá nunca hayan salido de su país, pueden intuir el choque cultural que están a punto de sufrir. Uno de quienes participó en el ejercicio de Quantico -y que hacía el papel de insurgente- acabó detenido. Explicó que vivía en el Estado de Georgia y llevaba en Estados Unidos desde los años ochenta. Según este actor, los trabajos son esporádicos. El grupo suele desplazarse entre bases militares donde los militares se entrenan. Él cree que con este trabajo prepara mejor a los marines y puede salvar vidas. Los actores son una parte esencial en el entrenamiento cultural de los marines. Uno de los errores reconocidos de la invasión de Irak fue el desinterés inicial por ganarse a la población local y protegerla, lo que alimentó la hostilidad hacia las fuerzas de ocupación. La palabra clave ahora en el Pentágono es cultura. Hay que preparar a los soldados y marines para entender las culturas locales y ganar "corazones y mentes" como ya se decía en Vietnam. Los juegos de rol con población local son una parte imprescindible del entrenamiento.

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domingo, 21 de febrero de 2010

España tendrá de forma permanente un total de 1.549 efectivos en Afganistán, y triplicará su contingente inicial


"En los ocho años en la misión ISAF de Naciones Unidas liderada por la OTAN, España ha participado con cerca de 14.000 militares, con un coste total de 1.550 millones de euros (unos 2.100 millones de dólares).

EFE para Yahoo! Noticias

España tendrá de forma permanente un total de 1.549 efectivos en Afganistán, y triplicará su contingente inicial, con el último despliegue de tropas aprobado por el Congreso de los Diputados, la cámara baja del Parlamento español.

Un total de 511 militares y 40 guardias civiles se unirán próximamente a las tropas españolas, que llegaron al país asiático a finales de enero de 2002, con un primer grupo formado por 370 soldados.

En los ocho años en la misión ISAF de Naciones Unidas liderada por la OTAN, España ha participado con cerca de 14.000 militares, con un coste total de 1.550 millones de euros (unos 2.100 millones de dólares).

En julio de 2004, pocos meses después de la llegada al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, se elevó el tope del contingente permanente, pasando de 485 soldados a 540.

Desde entonces, el Ejecutivo español ha ido incrementando progresivamente el número de tropas, con refuerzos temporales para la seguridad en los proceso electorales celebrados en Afganistán, el último de ellos de 450 soldados que ya terminó su labor.

A la espera de que se incorpore el nuevo contingente de 511 soldados y 40 agentes, autorizado por la Comisión de Defensa del Congreso el pasado miércoles, España cuenta en la actualidad con 998 militares de forma permanente.

No están incluidos los 70 soldados encargados de la seguridad del aeropuerto de Kabul, que volverán a España cuando concluyan su tarea el próximo 30 de marzo.

De la actual fuerza estable, 462 militares están destinados en la base de Herat, y 443, en el equipo de reconstrucción provincial de Qala i Naw, en la provincia occidental de Badghis.

A ellos se unen los 52 instructores encargados de la formación del Ejército afgano cerca de Herat -en los llamados equipos OMLT-, y los 41 militares repartidos en el cuartel general de ISAF en Kabul y en el del Centro Regional Oeste de Herat.

Los 511 militares adicionales, que se irán incorporando a partir de finales de marzo, integrarán tres equipos de formación del ejército afgano y las unidades de apoyo para su seguridad en la provincia de Badghis, además de reforzar los cuarteles generales de ISAF.

Este envío responde a la petición de la OTAN y de Estados Unidos ante la nueva estrategia en Afganistán, que pasa por acelerar la transferencia a las autoridades locales de las responsabilidades en todos los ámbitos, entre ellos, la seguridad.

El proceso de "afganización", que cuando se complete posibilitará la salida de las tropas internacionales, incluye además la reconciliación con los talibanes que renuncien a la violencia.

En la actualidad, la misión ISAF está compuesta por cerca de 80.000 soldados de 43 países.

El número de militares fallecidos en este período ha sido de 90, después de la muerte del soldado de origen colombiano John Felipe Romero Meneses en un atentado el pasado día 1.

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sábado, 20 de febrero de 2010

Holanda se irá de Afganistán tras bloqueo de socialistas



(Jan Peter Balkenende y Wouter Bos)


"El pedido de la OTAN es inaceptable", aseguró el líder del Pvda, quien explicó que no cambiará de opinión porque entre sus promesas electorales figuraba que antes de fines de 2010 no quedaría ningún soldado holandés en misión militar en Afganistán.

ANP para El Universal (Venezuela)

El veto impuesto por los socialistas holandeses, en el gobierno de coalición en La Haya, a que las tropas holandesas sigan en Afganistán, como les solicitó la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), provocará que Holanda abandone su presencia en el país centroasiático en agosto próximo, informó la agencia de prensa holandesa ANP.

Según la ANP, el rechazo definitivo a la permanencia por un año más de los 1.600 soldados holandeses desplegados en la explosiva provincia de Uruzgan, en el sur del país, a pesar de un pedido en tal sentido de la Alianza Atlántica, podría abrir una crisis grave interna entre los partidos de la coalición, citó DPA.

En ese sentido, el secretario general del Partido del Trabajo, Pvda (laboristas), Wouter Bos, informó a sus socios de la coalición de Gobierno, los cristianodemócratas del CDA y el partido cristiano Unión Cristiana, que su decisión está tomada.

Wouter Bos ha pedido que el consejo de ministros en La Haya responda oficialmente - y con una negativa- a la petición efectuada hace pocos días por el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, para que Holanda se quedara en Uruzgan, una de las provincias más peligrosas de Afganistán.

"El pedido de la OTAN es inaceptable", aseguró el líder del Pvda, quien explicó que no cambiará de opinión porque entre sus promesas electorales figuraba que antes de fines de 2010 no quedaría ningún soldado holandés en misión militar en Afganistán.

No obstante, el primer ministro (del CDA), Jan Peter Balkenende, pidió al Pvda que examine "con cuidado" su decisión.

"Se trata de la imagen internacional de Holanda. Estamos en una fase en la que tenemos que ceder responsabilidades (en materia de seguridad) a los afganos", pidió Balkenende.

El rechazo del Pvda -el socio más fuerte de la coalición de gobierno junto al CDA- a la permanencia holandesa en Afganistán supone un veto explícito.

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miércoles, 10 de febrero de 2010

Defensa cita mañana a la oposición en el Estado Mayor y el día 17 pedirá permiso para ampliar tropas


El Ministerio de Defensa ha citado mañana a los portavoces parlamentarios en esta materia para una reunión con los jefes de Estado Mayor con el fin de informarles de la situación de la misión española en Afganistán y la estrategia de la Cumbre de Londres. Se calcula que dos días después, el viernes, el Consejo de Ministros aprobará el aumento del contingente y el día 17 la ministra Carme Chacón acudirá al Congreso para pedir la perceptiva autorización.

Europa Press para Yahoo! Noticias

El departamento que dirige Chacón había convocado a los portavoces parlamentarios el pasado 1 de febrero para que los Jefes del Estado Mayor les dieran cuenta de la misión que llevan a cabo las tropas españolas en Afganistán. No obstante, el atentado con una mina anticarro sufrido ese día por un convoy español, que provocó la muerte del soldado John Felipe Romero Meneses y dejó heridos a otros seis militares, hizo que este encuentro tuviera que ser aplazado.

Esa reunión se celebrará finalmente el mañana por la tarde. En la misma, los Jefes de Estado Mayor también informarán a los portavoces de los diferentes grupos parlamentarios en la Comisión de Defensa de la estrategia para Afganistán pactada el pasado 28 de enero en Londres, donde la comunidad internacional acordó contribuir con al menos 100 millones de euros al plan del Gobierno afgano con el fin de tratar de persuadir a los talibán para que depongan las armas a cambio de dinero o trabajo.

El encuentro con el Estado Mayor tendrá lugar una semana antes de que la ministra de Defensa acuda a la Cámara Baja a pedir autorización a las Cortes para mandar al país asiático un nuevo contingente compuesto por 511 militares, una decisión que se prevé que sea acordada por el Consejo de Ministros el próximo viernes.

- El PP pidió la presencia de Zapatero.

El PP solicitó que fuera el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el que diera las explicaciones pertinentes sobre la situación de nuestras tropas en Afganistán, antes incluso de la Conferencia de Londres, una petición que fue rechazada en la Diputación Permanente del Congreso --el órgano que sustituye al Pleno en periodos no ordinarios de sesiones-- del pasado 21 de enero.

Entonces, los 'populares', a través de su portavoz de Defensa, Beatriz Rodríguez Salmones, afearon a Zapatero que haya sido el único presidente de los más de 40 países con tropas en el país asiático que no ha dado explicaciones en el Parlamento en este sentido.

En esa Diputación Permanente también se debatió una solicitud del grupo que comparten ERC, IU e ICV en la que se reclamaba la comparecencia urgente de Chacón en sede parlamentaria antes de la celebración de la Cumbre de Londres. Sin embargo, esta petición quedó pendiente ante el compromiso del Gobierno de informar al Congreso una vez que se tomase la decisión de ampliar el contingente.

- Presencia española en Afganistán.

Actualmente son 1.068 los efectivos que las tropas españolas mantienen en el país asiático, divididos entre las bases de Herat y Qala-i-Naw, así como en el aeropuerto de Kabul. Sin embargo, esta cifra se verá incrementada en los próximos meses en otros 511 soldados, respondiendo así a la petición a sus aliados del presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

Desde que las primeras unidades españolas llegaron al país asiático a finales de 2002, un total de 92 militares españoles han perdido la vida en Afganistán durante su participación en la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) y en la misión 'Libertad Duradera'. De ellos, 81 murieron en accidentes, ocho en combates o atentados -el último, el soldado John Felipe Romero Meneses el pasado 1 de febrero- y otros tres a causa de infartos.

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domingo, 31 de enero de 2010

La historia jamás contada de Afganistán



Al igual que sus imperiales predecesores en Washington, Londres y Rusia, Barack Obama está convencido de que su ejército puede de alguna manera convertir a Afganistán en una nación donde el imperio que dirige pueda hacer lo que se le antoje. Como los autores de Afghanistan: The Untold Story dejan claro, sus posibilidades de éxito son bien magras. La historia no está de su parte.

Ron Jacobs Counter Punch, traducción de Sinfo Fernández en La República

En la primera semana de 2010, cinco soldados estadounidenses murieron en Afganistán. En la última semana de 2009 se registró la muerte de ocho agentes de la CIA en aquel país. Pero muchos más civiles afganos murieron asesinados durante ese período, incluidas las aparentes ejecuciones de varios muchachos por personas que pertenecían al ejército estadounidense o que trabajaban a su servicio. Además, fuerzas insurgentes atacaron a un funcionario del gobierno de Karzai en el este de Khost y en Herat se lanzaron cohetes hacia el lugar donde se ubicará el futuro consulado de EEUU. El 6 de enero de 2010 se informó que la administración Obama estaba enviando mil expertos civiles estadounidenses más al país para que ayudaran en supuestos proyectos de reconstrucción. Esta noticia fue recibida con escepticismo por los afganos tanto dentro como fuera del gobierno. El embajador afgano ante las Naciones Unidas señaló que pocos afganos confiaban ya en esos supuestos esfuerzos de reconstrucción y que EEUU haría mejor en contratar a afganos para que llevaran a cabo las labores de reconstrucción en lugar de enviar ciudadanos estadounidenses “creando estructuras paralelas que no hacen sino arruinar los esfuerzos del gobierno afgano”. El embajador debe ser muy consciente de que la historia de las reconstrucciones de EEUU, ya sea en Afganistán o en Iraq, es un legado de corrupción, construcciones deficientes y esfuerzos fallidos que no beneficiaron más que a las compañías extranjeras que consiguieron los contratos.

A pesar de la situación anteriormente mencionada y de los ocho años de comparable fracaso que precedieron a las semanas arriba descritas, la administración Obama está enviando al menos 30.000 soldados más a la refriega afgana. Además, habrá un número no especificado de mercenarios que se añadirán a las cifras de tropas ocupantes. Al igual que sus imperiales predecesores en Washington, Londres y Rusia, Barack Obama está convencido de que su ejército puede de alguna manera convertir a Afganistán en una nación donde el imperio que dirige pueda hacer lo que se le antoje. Como los autores de Afghanistan: The Untold Story dejan claro, sus posibilidades de éxito son bien magras. La historia no está de su parte.

Ese libro, publicado poco después de la elección de Obama en 2008, entraña una mirada a la historia de Afganistán, centrándose sobre todo en los últimos cien años. Las cuestiones principales se refieren a la naturaleza de la situación de Afganistán en las luchas regionales e internacionales por el poder y el control en Asia Central. Desde Alejandro Magno hasta Barack Obama y el General McChrystal, Afganistán ha significado frustración, y hasta ahora, en todas las ocasiones, ha implicado también derrota para el invasor. Los autores, los periodistas Paul Fitzgerald y Elizabeth Gould, presentan ante el elector el perenne fracaso de Gran Bretaña a la hora de someter a los ejércitos de Afganistán, sin que importara quién gobernaba en cada momento esa nación.

Según Fitzgerald y Gould, la razón principal de ese fracaso fue el debate sobre las zonas dominadas por los pastunes (Pastunistán) que fueron reclamadas por Gran Bretaña bajo el Acuerdo Durand, y que los nacionalistas afganos consideraban parte de Afganistán. Aunque estaba perdiendo ya su imperio, Londres se implicó en una lucha continuada sobre esas tierras y pueblos al crear Pakistán fuera del subcontinente indio y dividir Pastunistán en dos.

Después de la segunda guerra mundial, EEUU se trasladó a las antiguas colonias de Gran Bretaña, estableciendo pactos económicos y defensivos en su deseo de cercar a la Unión Soviética. Al igual que Gran Bretaña antes, las interacciones de Washington con Afganistán exhibieron una ignorancia del deseo histórico de no alineamiento por parte de Afganistán. Esta ignorancia se combinó con la insistencia en que cualquier expresión de ese deseo demostraba que Moscú estaba influyendo en la política de Kabul. Fitzgerald y Gould escriben que esto no se produjo por accidente. En realidad, fue el resultado lógico de una directiva de seguridad nacional de 1950 conocida como la NSC 68. Esta directiva, escrita por el ala anticomunista y militarista del establishment de la política exterior estadounidense, insistía en que la Unión Soviética trataba de establecer una hegemonía mundial y que la única vía para impedirlo era que EEUU se le adelantara. La esencia de la filosofía que motivó esa directiva era sencilla: o uno estaba del lado de Washington o uno se convertía en el enemigo. El resultado directo de esa directiva fue la creación de una economía de guerra permanente y la creación de un estado de seguridad nacional. En la práctica, eso significó en parte que las luchas por la liberación nacional y los deseos nacionales de no alineamiento se percibían como inspirados por los soviéticos y, por tanto, formando parte del campo enemigo. Además, los estadounidenses que se oponían a esas políticas de EEUU eran considerados potenciales traidores.

En el mundo musulmán, esta visión condujo a que Washington comenzara a cortejar a la derecha islámica. Una razón fundamental para esa alianza fue que la derecha islámica odiaba la filosofía marxista. Además, ciertos personajes poderosos, como William Casey de la CIA, consideraban a la derecha islámica como sus hermanos espirituales, ignorando, en el mejor de los casos, su misoginia y métodos brutales y, en el peor, endosando tácitamente esas prácticas. La alianza empezó con la ayuda subrepticia del MI5 británico y de la CIA a elementos de los primeros Hermanos Musulmanes en su lucha contra el nacionalista egipcio Abdel Nasser, y encontró su expresión final cuando se dedicaron a armar, bajo Carter y Reagan, a los grupos de muyahaidines afganos.

La implicación de EEUU en Afganistán que empezó con Jimmy Carter no fue accidental. Fue el resultado de los esfuerzos concertados de la derecha estadounidense para recuperar su poder tras la derrota en Vietnam. Finalmente, esos triunfantes esfuerzos, dirigidos por neocon como Zbiegniew Brzezinski y Richard Pipes y ayudados por liberales como Barney Frank y Paul Songas, supusieron el resurgimiento del ala pro-militarista del establishment político como principales arquitectos de la política exterior estadounidense. Según los autores, lo que eso significó para Afganistán fue que Washington “apoyaba (ahora) a una clase de mullahs y terratenientes que durante generaciones habían estado combatiendo cualquier reforma social” y que “se implicó en un proceso que hizo que la evolución social en Afganistán retrocediera hasta la Edad de Piedra”. La guerra de los muyahaidines y lo que siguió destruyó todos los progresos sociales conseguidos por los anteriores gobiernos afganos. Las mujeres y niñas fueron relegadas a un status de segunda clase y la intolerancia fundamentalista estaba a la orden del día.

La historia contada dentro de las tapas del libro es la historia de una antigua nación que durante el pasado siglo trató de crear una sociedad libre y tolerante. Es también la historia de una nación cuya geografía la ha situado en el centro de muchas batallas de los grandes poderes en un intento de colonizarla. La lucha por la tolerancia y la justicia se produjo bajo monarquías, regímenes localistas, regímenes capitalistas autocráticos y democracias. En la opinión de los autores, esas luchas se convirtieron en una guerra civil cuando EEUU empezó a armar a los señores de la guerra y a las fuerzas religiosas reaccionarias en su guerra contra los soviéticos. El caos que sobrevino tras esa decisión produjo la destrucción de las fuerzas que trabajaban en favor de la modernidad, y la llegada al poder de las fuerzas reaccionarias. Justo en ese momento, el caos en Afganistán se convirtió en una batalla entre los poderosos señores de la guerra y los talibanes, con EEUU colocado al lado de varios señores de la guerra en lucha contra su progenie: los talibanes. Esto sitúa directamente la responsabilidad de la desesperada situación de Afganistán en las manos de los políticos estadounidenses: la corrupción del gobierno de Karzai, los talibanes, el ácido en el rostro de las muchachas, los señores de la guerra, el comercio de heroína, etc. También nos plantea si no fue siempre ésa la intención de esos políticos.

Si hay algún defecto en ese texto, no está en la escritura o en la historia sino en la aseveración de que únicamente los elementos neoconservadores de la estructura de poder estadounidense son los responsables del pasado reciente y de la actual situación afgana. Uno podría asumir tal implicación si no fuera por los antecedentes históricos. Cada voto del congreso para financiar la agresión estadounidense en Afganistán ha sido precisamente para tal fin, mientras que los medios dominantes de EEUU rara vez se han cuestionado la guerra o las razones ofrecidas para esa guerra. En efecto, cuando Ronald Reagan posaba con los muyahaidines para las fotos, éstos eran celebrados en todos los medios como luchadores por la libertad. La política de EEUU, en lo que ahora se denomina como la guerra de AfPak, no es una política de la derecha o de los liberales, sino del mismo establishment de Washington. La muda respuesta a la reciente escalada de Obama no es sino la prueba más reciente de este hecho.

“Afghanistan: The Untold Story” termina con una serie de recomendaciones para Barack Obama. La primera y la última de esas recomendaciones son las más esenciales: La número uno es muy sencilla: parar de matar afganos. La última es un poco más compleja. Fitzgerald y Gould recomiendan que se vuelva a abrir el debate sobre la identidad nacional de Estados Unidos. Según ellos, ese debate se clausuró el 7 de diciembre de 1941, cuando los japoneses atacaron Pearl Harbour y el estado de seguridad nacional pasó a ocupar una posición omnipresente. Desde donde me encuentro hoy, parece como si el Sr. Obama no hubiera tomado en cuenta ninguna de esas recomendaciones. Así es, sus políticas son una continuación del pasado. Y si lo que desean son pruebas, les sugiero que lean el discurso de Obama justificando la escalada de la guerra en Afganistán [1] y las historias en los medios acerca de la matanza en curso de civiles afganos por las fuerzas estadounidenses [2].

N. de la T.:

[1] A este respecto, puede consultarse la traducción al castellano del artículo de Justin Raimondo “El discurso bélico de Obama” publicado en Rebelión: http://www.rebelion.org/noticia.php...

[2] A este respecto, pueden verse, entre otros, los artículos del Profesor Marc W. Herold publicados en Rebelión: http://rebelion.org/noticia.php?id=...; http://rebelion.org/noticia.php?id=90410

Ron Jacobs es autor de The Way the Wind Blew: a history of the Weather Underground, que Verso acaba de reeditar. El ensayo de Jacobs sobre Big Bill Broonzy está recogido en la colección de CounterPunch sobre música, arte y sexo: Serpents in the Garden. Su primera novela, Short Order Frame Up, ha sido publicada por Mainstay Press. Puede contactarse con él en: rjacobs3625@charter.net

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sábado, 23 de enero de 2010

Afganistán de nunca acabar




La operación ha tenido un coste para las arcas públicas de 1.550 millones de euros; 365 sólo en el último año. Estas cifras superan con mucho a las que nuestro país dedica a ayuda al desarrollo en este Estado: 210 millones en el periodo 2006-2012, de los que ya se llevan ejecutados unos 130.

Antonio Sarrión para El Siglo

Afganistán de nunca acabar

El próximo 28 de enero tendrá lugar la Conferencia Internacional sobre el futro de Afganistán, en Londres, y en la que también, vistos los últimos acontecimientos, se podría dedicar un amplio espacio al debate sobre la situación en Yemen.

Apenas dos meses antes de este evento, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pronunciaba un estratégico discurso en la academia militar de West Point, en el que exponía con detalle la nueva estrategia para Afganistán, donde las tropas norteamericanas –en su inmensa mayoría–, y de otros 40 países llevan una década sin conseguir el más mínimo avance, en una situación que recuerda lo que le sucedió al ejército soviético en la década de los 80, en el mismo escenario.

Obama parece dispuesto a poner fin a la situación, en primer lugar, estableciendo una fecha límite para el traspaso de responsabilidades a las propias fuerzas armadas afganas, y para la retirada del contingente internacional del país: julio de 2011. Sin embargo, parece convencido de la posibilidad de una victoria militar, pese a los magros resultados que, hasta la fecha, ha producido la ocupación. Por ello, en la exposición de la denominada ‘nueva estrategia’, y que ha sido debatida con el Alto Mando de su ejército, el inquilino de la Casa Blanca ha comprometido el incremento de sus efectivos en la zona en otros 30.000 soldados, contando también con otros 10.000 más que sus aliados se han comprometido a aportar.

No obstante, en el discurso presidencial se encontraban algunos ‘avisos’ importantes. Uno, para el presidente –bajo permanente sospecha- afgano, Hamid Karzai, cuando advertía que se había “acabado el tiempo de los cheques en blanco”. Otro, para la propia población estadounidense y el entramado de intereses que se concentran en esta zona del mundo: “Tiene que quedar claro que los afganos tienen que asumir la responsabilidad de su propia seguridad y que Estados Unidos no tiene interés en luchar una guerra interminable en Afganistán”.

Para financiar esta nueva fase de la guerra, Obama ha solicitado al Congreso otros 30.000 millones de dólares, y para su plan cuenta con el absoluto respaldo de su cúpula militar, “me siento alentado por el compromiso demostrado en el discurso del presidente. Hay ahora una concentración en Afganistán que nunca ha habido antes”, afirmaba la pasada semana el general Stanley McChrystal, que dirige a las tropas de la coalición internacional en suelo afgano, y al que muchos consideran el autor en la sombra de esa nueva estrategia.

Como se comentaba en estas líneas, el resto de los países que participan en la invasión han comprometido otros 10.000 efectivos, de los que 511 serán proporcionados por España. El pasado 17 de diciembre, la ministra de Defensa, Carme Chacón, hacía este anuncio en el Congreso de los Diputados, algo que el propio Obama le agradecía en persona a José Luis Rodríguez Zapatero un día después, en Copenhague, cuando ambos asistían a la fracasada Cumbre sobre el Clima.

En fuentes gubernamentales explican esta decisión, más allá de las afinidades entre ambos presidentes, en la coincidencia con aspectos fundamentales de la ‘nueva estrategia’, como son la fecha límite para la retirada de las tropas, el compromiso de procurar que las autoridades locales vayan asumiendo paulatinamente la responsabilidad sobre la seguridad del país, el fin de los bombardeos indiscriminados que producen cientos de víctimas inocentes entre la población civil, y la implicación de otros países de la región, especialmente de Pakistán, en la resolución del conflicto.

De todos modos, el envío de estos 511 soldados adicionales se someterá a la aprobación del Congreso (lo que parece garantizado con los votos de PSOE, PP, CiU y, probablemente, PNV) el próximo mes de febrero.

En la actualidad hay 1.070 soldados españoles en el país, donde nuestro ejército permanece desde hace ocho años. En este tiempo, se han producido 88 bajas entre nuestros compatriotas, y la operación ha tenido un coste para las arcas públicas de 1.550 millones de euros; 365 sólo en el último año. Estas cifras superan con mucho a las que nuestro país dedica a ayuda al desarrollo en este Estado: 210 millones en el periodo 2006-2012, de los que ya se llevan ejecutados unos 130.

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domingo, 17 de enero de 2010

14 presuntos insurgentes y 2 soldados de ISAF muertos en las últimas 24 horas



Catorce presuntos insurgentes y dos soldados de la ISAF han muerto en enfrentamientos armados y ataques registrados en las últimas 24 horas en distintos puntos de Afganistán, informó hoy la fuerza de la OTAN.


EFE para Yahoo! Noticias

El mayor número de víctimas se registró durante una operación conjunta de la Fuerza de Asistencia para la Seguridad (ISAF) y el Ejército afgano, la pasada madrugada en la provincia meridional de Helmand.

Once supuestos insurgentes murieron en la operación, registrada la pasada madrugada en la población de Sistanay del distrito helmandí de Nad Ali, según dijo la fuente en un comunicado.

Otros tres presuntos talibanes, entre ellos un comandante de la "red Haqani", murieron anoche y un cuarto resultó herido en la provincia oriental de Paktika, en el transcurso de un ataque aéreo contra un grupo que había sido detectado colocando explosivos en la localidad de Suwnay, en el distrito de Orgun, aseguró la ISAF.

La fuerza internacional, por su parte, perdió ayer a dos de sus hombres a causa de explosivos improvisados en el sur de Afganistán, añadió la fuente sin dar más detalles.

La ISAF informó en varios comunicados hoy de otras operaciones en varios puntos del país, como Kandahar y Ghazni, sin bajas.

Además, un jefe distrital afgano resultó hoy herido leve por la explosión de un artefacto al paso de su vehículo, dijo la ISAF.

El jefe del distrito de Bak, de la provincia oriental de Khost, Lutufullah Babakarkhel, iba camino de la oficina cuando estalló el explosivo en la cuneta a su paso por la población de Tarakia, informó a la agencia afgana AIP el jefe interino de la Policía provincial, Muhammad Yaqoob Mandozai.

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sábado, 16 de enero de 2010

Nuevo rechazo parlamentario a la mayoría del gobierno de Karzai



La cámara baja del Parlamento de Afganistán volvió a rechazar este sábado a la mayoría de los ministros propuestos por el presidente afgano, Hamid Karzai, dos semanas después de haberle asestado un primer revés, prolongando una crisis política que comenzó hace unos cinco meses.


Karim Talbi, AFP para Yahoo! Noticias

Este nuevo revés para el presidente afgano tiene lugar pocos días antes de la Conferencia de Londres, en la que los actores del conflicto afgano -exceptuando a los talibanes- deben discutir sobre el futuro del país y especialmente sobre sus problemas de seguridad.

La presidencia afgana informó, justo después del anuncio del resultado de la votación, de que Karzai "respeta" la decisión de los diputados pero lamenta que los "ministros elegidos (por él) por su profesionalismo y su mérito" fuesen rechazados.

Este sábado, la Wolesi Jirga (cámara baja del Parlamento) aprobó siete de los ministros propuestos por Karzai y rechazó a diez, declaró el presidente de la asamblea, Mohamad Yunus Qanooni, al término de varias horas de votación.

Los siete candidatos aprobados se suman a los otros siete ministros cuyos nombres fueron aceptados en la primera sesión, el 2 de enero.

El Gobierno dispone así de 14 de sus 25 ministros y el jefe de Estado afgano deberá revisar por tercera vez la composición de su gabinete.

Este sábado, los diputados aceptaron nombrar a Zalmay Rasul, consejero de seguridad nacional del presidente, como jefe de la diplomacia afgana.

La nueva lista incluía a tres mujeres, contra una sola en el gobierno saliente. Sólo Amina Afzali fue aceptada, en la cartera de Asuntos Sociales.

El nuevo ministro de la lucha contra la droga, Zarar Ahmad Muqbel, es conocido de los diplomáticos occidentales en Kabul debido al mal recuerdo que dejó como ministro del Interior, cargo que ocupó hasta finales de 2008. En esa fecha fue reemplazado bajo la presión de los occidentales.

Abdul Hadi Arghandiwal, confirmado en la cartera de Economía, dirige el Partido Islámico, compuesto por ex compañeros de resistencia antisoviética del histórico caudillo del Hezb-e-islami, Gulbuddin Hekmatyar, buscado por los estadounidenses y aliado ocasional de los talibanes.

El 2 de enero la cámara había aprobado a siete de los candidatos de Karzai. Se trató entonces de ministros clave, como el de Interior, Mohammad Hanif Atmar, y el de Defensa, Abdul Rahim Wardak, que ya ocupaban dichos ministerios anteriormente.

El presidente había ordenado entonces por decreto a los parlamentarios que retrasasen sus vacaciones de invierno para poder concluir la aprobación de su gobierno.

Tras la elección presidencial del 20 de agosto, marcada por los fraudes masivos a su favor, y su reelección el 2 de noviembre tras la retirada de su adversario, Karzai había tardado un mes y medio en presentar su primera lista de gobierno al Parlamento.

Esta segunda lista de candidatos a las carteras ministeriales había puesto de manifiesto un retorno de Karzai al clientelismo, con la presencia de ministros de poca experiencia recompensados por su apoyo en la presidencial de agosto, consideraban los expertos.

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sábado, 9 de enero de 2010

Un soldado español de origen ecuatoriano muere por un accidente en Afganistán



Un soldado del Ejército español, de 24 años y origen ecuatoriano, murió el viernes en Afganistán tras ser atropellado por un vehículo en una base militar de la ciudad de Herat (oeste del país), informó el Ministerio de Defensa en un comunicado.


AFP para Yahoo! Noticias

Christian Quishpe Aguirre fue trasladado al hospital tras el accidente, que se produjo en el taller de mantenimiento de vehículos de la base, donde falleció a causa de las graves heridas que había sufrido.

Casado y padre de una niña, Quishpe ingresó en el Ejército el 1 de septiembre del año 2005. En la actualidad, estaba destinado en el Grupo Logístico de Montaña número 1, con sede en la provincia aragonesa de Huesca. El avión que repatria su cadáver llegará a la base militar de Zaragoza entre las 3 y las 4 de la madrugada del domingo, indicó este sábado el ministerio a la AFP.

España tiene destinados en Afganistán a algo más de 1.000 soldados, en el marco de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), principalmente en Herat y Qala-i-Naw (oeste), y enviará 500 más este año. El contingente español ha sufrido hasta ahora 89 bajas, siete de ellas en ataques y el resto, en accidentes.

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viernes, 8 de enero de 2010

Sólo el 22% de los españoles apoya enviar otros 500 soldados a Afganistán


Los datos de la encuesta de Sigma Dos para EL MUNDO sobre el anuncio realizado el 17 de diciembre por Chacón de que el Gobierno se propone enviar a Afganistán otros 511 militares antes del verano, dicen que al 47,7% de los españoles esta decisión le parece mal o muy mal, mientras que el porcentaje de los que la apoyan y responden que les parece bien o muy bien se queda en un más que discreto 22% [...] una misión que en sus dimensiones actuales ya le ha requerido a España una inversión de 365 millones en 2009...

Roberto Benito para El Mundo

La decisión de José Luis Rodríguez Zapatero de responder con contundencia a la petición de Barack Obama de incrementar el número de tropas en Afganistán, enviando en 2010 más de 500 nuevos soldados a la misión de la OTAN en el país, no cuenta con el respaldo de la sociedad española. Quizá sea necesario que el presidente explique en las próximas semanas con mayor claridad las razones que le han llevado a participar con entusiasmo en la escalada militar que se está preparando en Afganistán, o que su ministra de Defensa, Carme Chacón, multiplique sus apariciones públicas defendiéndolo, pero por el momento los españoles no apoyan la súbita pasión del Ejecutivo por los incrementos de efectivos.

Los datos de la encuesta de Sigma Dos para EL MUNDO sobre el anuncio realizado el 17 de diciembre por Chacón de que el Gobierno se propone enviar a Afganistán otros 511 militares antes del verano, dicen que al 47,7% de los españoles esta decisión le parece mal o muy mal, mientras que el porcentaje de los que la apoyan y responden que les parece bien o muy bien se queda en un más que discreto 22%.

Es un respaldo muy pobre a una medida que supone un elevadísimo riesgo para las tropas españolas, que tendrán que participar de forma activa en la nueva estrategia promovida por Washington y enfrentarse directamente a la insurgencia, y que le costará a las arcas del Estado decenas de millones de euros, en una misión que en sus dimensiones actuales ya le ha requerido a España una inversión de 365 millones en 2009.

El rechazo al incremento de tropas es, además, generalizado en todas las edades y en todas las tendencias políticas, y tiene un amplio fundamento, ya que la mayoría de los encuestados ha manifestado una opinión y sólo un 4,4% ha rechazado opinar sobre el asunto.

Es, en cualquier caso, la respuesta esperable a la ampliación de la participación en una misión que nunca ha contado con el beneplácito de la sociedad española. Sin alcanzar el rechazo que generó el envío de tropas a Irak en 2003, la presencia de militares españoles en Afganistán nunca ha sido bien vista, especialmente en los últimos años, y todas las encuestas así lo han reflejado.

Hay, pese a todo, tres factores a los que el Gobierno puede agarrarse para albergar alguna esperanza de dar la vuelta en los próximos meses al parecer de la opinión pública. El primero es que hay un 25,9% de españoles que no manifiesta una postura clara sobre el asunto y declara que la decisión le parece regular. Es nada menos que una cuarta parte de la población que, de ser susceptible a una ofensiva política del Gobierno para ganarse su apoyo, podría acabar dando mayoría a los que les parece bien el aumento de tropas en Afganistán.

El segundo es que los jóvenes manifiestan un menor rechazo a la escalada militar que las personas de mayor edad. De hecho, cuanto más mayores son los encuestados, mayor es su postura contraria al envío de otros 500 soldados al país asiático: si entre los que tienen entre 18 y 29 años el porcentaje de los que les parece mal o muy mal la decisión es del 41,9%, en el siguiente tramo (entre 30 y 44 años) es del 46,9%, en el siguiente (entre 45 y 64 años) del 49,2% y en el último, que reúne a los mayores de 65 años, alcanza el 53%.

Por último, el Gobierno puede tener la relativa tranquilidad de que, entre sus votantes, las opiniones están más equilibradas que en los de otros partidos. De las personas que dijeron haber votado al PSOE en los últimos comicios, sólo el 38,1% está en contra del aumento de efectivos, y el porcentaje de indecisos es del 33,4%. Nada que ver con el 53,6% de los electores del PP, el 69,3% de los de IU y el 49,2% de los del resto de formaciones políticas que manifiestan su rechazo a la decisión.

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